Aprendizaje significativo, te acompaña toda la vida

Un tema presente en la pedagogía contemporánea y recurrente en las emisiones de Educación XXI, es el del aprendizaje significativo, que implica un cambio de paradigma desde la acumulación de conocimientos hacia la apropiación y aplicación de los mismos.

Para hablar al respecto el programa de este sábado, transmitido por W-Radio y conducido por Leonardo Kourchenko, convocó al asesor educativo Pedro Landaverde; a la gerente de evaluación de Uno Internacional, Araceli Pastrana y a los consultores académicos, también de UNOi, Dan Gutiérrez y Gregorio Rodriguez.

Para iniciar, Araceli comentó que el gran impacto de la tarea del aprendizaje significativo es que lleva a los docentes a tomar conciencia de la organización que deben de tener los contenidos. Un problema de algunas etapas de la educación es que se fueron generando estructuras paralelas; ese aprendizaje memorístico te hacía adquirir información, pero no se podía conectar un conocimiento con otro, eso te impide también usarlo y tener una comprensión de lo que es y por tanto no saber utilizarlo.

Para que un aprendizaje sea significativo –siguió Araceli- se requiere que el contenido esté organizado lógicamente y después se debe conectar con lo que el alumno ya sabe. Si no hacemos esa conexión no podrá incorporarse al esquema cognitivo. Por eso es tan importante que el maestro comience por preguntar lo que el alumno ya sabe –es la activación de conocimientos previos– y después se requieren ejercitaciones y prácticas de transferencia para que el niño demuestre  que comprendió lo que se está trabajando. Esto es, que lo que aprendiste lo entendiste tan bien, que puedes emplearlo en otra área fuera de la escuela.

En complemento a lo dicho, Dan Gutiérrez mencionó que esta teoría fue creada por el norteamericano David Ausbel que en una definición dice que es el aprendizaje que recibimos y ponemos en práctica en cualquier circunstancia de la vida. Es decir, se aprende sin tener simplemente que memorizar; es tomar de experiencias aprendidas –tanto en la escuela como en la vida– y poder aplicarlas en situaciones nuevas. Parte de lo que el niño ya conoce para emplearlo en otras circunstancias.

Por su parte, Pedro dijo que también tendríamos que pensar que es un aprendizaje que se lleve a la práctica aún sin conocimiento previo. El reto es cómo aplicarlo en el mundo real.

Sobre la transferencia, Dan agregó que más que memorizar, nos indica que hay que comprender lo que hacemos, por qué y para qué.

Gregorio señaló que el enfoque está orientado al aprendizaje y el maestro debe entender que este es un paradigma donde su protagonismo queda en un lugar especial, pero que en realidad está convocando al alumno no solo a generar un proceso de aprendizaje, sino procesos de aprendizajes diferentes que van a estar condicionados –aludiendo a la abundancia de recursos disponibles hoy– solamente por el espacio y por el tiempo. Lo que tiene que hacer el profesor, es generar muchas diferentes experiencias donde se den muchos aprendizajes significativos.

El maestro de los 70 y 80s –aún en funciones, siguió Gregorio– sigue pensando que el aprendizaje significativo es memorístico, mientras que en la actualidad estamos transitando hacia el aprendizaje memorable; algo que trascienda espacios tiempos y que nos acompañe siempre. Consideró que procesos de aprendizaje que hay tantos como alumnos y subrayó la consecuencia de que el aprendizaje significativo genere una responsabilidad en la parte de evaluación.

Coincidiendo en que este aprendizaje no se da aislado, Pedro señaló la relación con el ambiente de aprendizaje que antes pensábamos se limitaba a la escuela. Este aspecto, junto con el aprendizaje colaborativo. los aborda en su libro de próxima aparición –en coautoría con la Dra. Elaine Gallagher–: “Rompiendo paradigmas en el aula”.

A petición de Leonardo, Araceli abundó en el punto diciendo que el aprendizaje significativo te lleva de la recepción a la participación, lo que implica la interconexión con otros, que además de personas, pueden ser un texto, una película, una experiencia que te va dejando algo; y vas a pasar de las estrategias de memorización a las estrategias de elaboración. Los maestros, recordó, decían “Lo que bien se aprende jamás se olvida”, y se referían a que lo que aprendes lo entiendes y lo que entiendes lo usas.

Leonardo preguntó por qué muchas cosas se olvidan y por ejemplo andar en bicicleta no, aunque no se monte una en mucho tiempo. A esto, Gregorio dijo que hay dos procesos: una manipulación real y un compromiso emocional. Cuando hay una motivación tan alta en ese proceso de aprendizajes, los objetos que se logran se vuelven memorables.

Gregorio insistió en que los maestros deberían especializarse en acompañar la evaluación de esos aprendizajes. Es decir, si estamos en una escuela formal de cuya estructura no podemos escaparnos todavía, habría que invitar a que todos participaran de un proceso de evaluación continua.

Por su parte, Araceli destacó que una ventaja del aprendizaje significativo es que si se planea bien, aprendes aunque no te guste. Con el componente motivacional avanzamos muchísimo, pero si el profesor tiene claridad de su importancia en la planeación del aprendizaje, va a lograr que sus alumnos se involucren. Estamos limitados por el temario, pero hay que partir siempre de iniciar con el alumno, con lo que ya sabe, y que active esa información de donde el maestro se vale para hacer la conexión. El alumno primero toma conciencia de lo que sabe, le da seguridad, adquiere confianza en sí mismo y empieza a darle sentido a la información que viene y con qué conectarla.

Un punto determinante al que hizo alusión Pedro fue la actitud del educador, no solo en el aspecto de motivación sino de respeto y de escucha y Dan subrayó la importancia de que el docente sea un experto en la materia que enseña.

En las conclusiones, Araceli  dijo que hay que pensar que los que tienen que aprender son los niños. El maestro ya sabe lo que sabe. Lo importante es que genere un ambiente en el aula que le permita al alumno manifestarse con todo lo que es, lo que sabe, lo que tiene y que se sienta seguro de sí mismo. Gregorio mencionó tres aspiraciones que deben tener los maestros: transformar entornos, modificar su lugar dentro del aula y, buscar certificarse. Dan se pronunció a favor de que el niño transforme sus conocimientos previos y construya uno que le sea significativo; y Pedro concluyó con la frase: “Enseñar para aprender y aprender para enseñar”.

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