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Buenas prácticas: Pan y Poesía

PorVir. 26/03/14. Marina Lopes, con la colaboración de Vagner de Alencar. ¿Qué tal ir a la panadería y comprar algunos panes envueltos en poesía? En la región metropolitana de Belo Horizonte, Brasil, las bolsas de pan cobran vida con los versos de los niños y adolescentes. Se trata del proyecto Pan y Poesía, una iniciativa […]

Autor: UNOi

Fecha: 21 de noviembre de 2014

Pan y Poesía

PorVir. 26/03/14. Marina Lopes, con la colaboración de Vagner de Alencar.

¿Qué tal ir a la panadería y comprar algunos panes envueltos en poesía? En la región metropolitana de Belo Horizonte, Brasil, las bolsas de pan cobran vida con los versos de los niños y adolescentes. Se trata del proyecto Pan y Poesía, una iniciativa creada por el mineiro Diovani Mendonça, que ya acercó a la literatura a los alumnos de 22 escuelas públicas. A través de talleres de sensibilización poética, se estimula a los estudiantes a leer y producir poemas que trasciendan los muros del aula.

«Pensé en poner los poemas en la bolsa de pan porque la gente viene todos los días a la panadería», explicó el creador del proyecto. Para él, los versos pueden ser mucho más cercanos a la vida cotidiana que en los estantes de las bibliotecas. Analista de sistemas autodidacta, Mendonça estudió sólo hasta el séptimo grado, pero eso no le impidió convertirse en un poeta apasionado por los versos. Y coincidencia o no, el minero todavía lleva consigo el orgullo de haber nacido el 12 de octubre, el Día Nacional de la Lectura en Brasil.

Durante su niñez y adolescencia, pasó sus días en la escuela donde su madre trabajaba como asistente para acompañarla. Una tarde, en una de sus andanzas por la escuela, llamó su atención un libro abierto en la biblioteca. La obra era una adaptación de Don Quijote hecha por Monteiro Lobato. Sin pensarlo mucho, el muchacho se llevó el libro a casa. «Desde que empecé a interesarme y leí todo lo que tenía enfrente «, recordó.

Incluso, encantado por el mundo de las letras, dejó la escuela desmotivado por las bromas del mal gusto que le hacían compañeros de clase y las humillaciones sufridas por tener dificultades en matemáticas. ¿Quién diría que después de muchos años, ese mismo muchacho que no terminó la educación básica iba a a acercar a más de 500 niños y adolescentes a la literatura. Hoy, con Pan y Poesía, él distribuyó ya, gratuitamente, más de 1 millón de bolsas para las panaderías de la región.

En la primera edición en 2008, el proyecto estampaba versos de poetas de renombre y diseños de artistas premiados. Por otra parte, Mendonça también incluyó una selección de poemas enviados por la gente. Inicialmente se hicieron 300 mil bolsas, todas producidas sobre la base de la colaboración. Su amigo Renan Rocha, quien trabajaba en la industria del embalaje, donó el papel; otra persona se ofreció como voluntario para ayudar con las tintas y a partir de ahí el proyecto fue tomando forma. Se mantuvo así hasta obtener recursos de un fondo de fomento a la cultura, conquistada después de ganar el primer lugar en el concurso Puntos de Medios Libres en 2009. Un año más tarde, la iniciativa también fue reconocida por el Ministerio de Cultura y ganó el título de “Sello Cultura Viva”.

Cuando se acabó el primer lote de bolsas, el minero quiso plastificar las pocas unidades sobrantes y decidió llevarlas a las escuelas locales para exponer su proyecto. De este acercamiento, surgió la idea de desarrollar talleres literarios con los alumnos, pasando a estampar la producción hecha por ellos en bolsas de pan. «Pensé en una forma de llevar la poesía a la gente que no fuera por los libros», dijo. A través de períodos de aproximadamente dos horas, con los llamados «momentos de la sensibilización poética», los estudiantes adquieren contacto con la poesía y se les estimula a arriesgarse a producir sus primeros versos.

El analista de sistemas dice que este proceso es completamente libre y puede variar de escuela a escuela. Todo dependerá del momento y la percepción de los talleristas responsables de la sensibilización poética de los estudiantes. «Para mí, las cosas demasiado formales no sirven», dijo. Según él, lo más importante de esta actividad no es estimular la lectura o la escritura. «Quiero hacer que estos estudiantes pueden pensar fuera de la caja.»

En la actualidad, el proyecto Pan y Poesía no está impartiendo nuevos talleres. Sin embargo, las bolsas de pan producidos por los estudiantes en la última edición están todavía en circulación. Según Mendonça, hay planes para promover nuevas clases y extender el proyecto a algunas ciudades de São Paulo y Paraná. Además, ha organizado otros proyectos vinculados a la poesía, como la poética y graffiti y la distribución de poemas en lugares públicos –siempre con la intención de acercar la poesía a la vida cotidiana de las personas.

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La nota original puede leerse en: http://porvir.org/porpessoas/poesia-chega-saco-de-pao/20140325. Traducción: UnoNews.

Fotograma boas práticas: Pão e Poesia: http://www.youtube.com/watch?v=K0tVIMv-SmM&feature=player_embedded