Carta a los hijos antes de enviarlos de vuelta a la escuela - UNOi Internacional
Necesito ayuda
Quiero más información

Carta a los hijos antes de enviarlos de vuelta a la escuela

Hey chico: Mañana es un gran día. Tercer grado, ¡Guau! Hijo, cuando yo estaba en tercero había un niño de nombre Adam. Adam se veía un poco diferente y vestía de forma chistosa; incluso a veces hasta olía mal. Adam no sonreía. Mantenía la cabeza baja y nunca miraba a nadie. Adam nunca hizo la […]

Autor: UNOi

Fecha: 19 de agosto de 2016

Hey chico:

Mañana es un gran día. Tercer grado, ¡Guau!

Hijo, cuando yo estaba en tercero había un niño de nombre Adam. Adam se veía un poco diferente y vestía de forma chistosa; incluso a veces hasta olía mal. Adam no sonreía. Mantenía la cabeza baja y nunca miraba a nadie. Adam nunca hizo la tarea; no creo que sus padres se lo recordaran como nosotros a ti. Los demás niños lo molestaban mucho. Cuando lo hacían, el bajaba más y más la cabeza. Yo nunca le molesté, pero tampoco les dije a los otros que se detuvieran.

Nunca hablé con Adam, ni una vez. Nunca lo invité a sentarse conmigo en el almuerzo, o a jugar conmigo en el recreo. En vez de eso, él se sentaba solo y jugaba solo. Debió sentirse muy solitario. Aún pienso en Adam con frecuencia.  Me pregunto si él me recuerda. Es probable que no. Apuesto que si al menos una vez le hubiera invitado a jugar, él me recordaría.

Creo que Dios pone a las personas en nuestras vidas como regalos. Los chicos de tu clase, este año, son algunos de los regalos que Dios te hace. De modo que por favor trátalos como el regalo que son. A cada uno de ellos.

Hijo, si tú ves que a un niño lo hacen a un lado, lo lastiman o molestan, una pequeña parte de tu corazón te dolerá un poco. Tu papá y yo queremos que confíes en esa señal. Durante toda tu vida, queremos que adviertas y confíes en ese dolorcito que se llama compasión y que es la señal para que tú hagas algo al respecto. Es una voz que te dice: Muchacho, ¡despierta! Alguien está sufriendo. ¡Haz algo para ayudar! Siempre que sientas compasión, emociónate, significa que Dios te está hablando, que confía en ti y necesita de tu ayuda.

A veces, la magia de la compasión puede hacer que intervengas de inmediato en una situación incómoda. Puede llevarte a decir al acosador que se detenga y luego invitar a jugar al chico acosado. Puedes invitar al que hacen a un lado a sentarse contigo en el almuerzo. Puedes elegir primero para tu equipo al que normalmente escogen al último. Éstas cosas no son fáciles de hacer, pero tú puedes hacerlas.

A veces sentirás compasión pero no intervendrás al momento. También se vale. En vez de ello podrías contárselo a tu maestra y después a nosotros. Estamos de tu lado; somos parte del equipo que es todo tu grupo. Pedir ayuda para alguien que está siendo lastimado no es chismear, es hacer lo correcto. Si alguien en tu clase necesita ayuda, por favor dímelo. Juntos haremos un plan para ayudarlo.

Cuando tu corazón te duela en compasión por otro, haz algo; no lo ignores. Yo quisiera no haberlo ignorado cuando lo sentí con Adam, pero elegí el miedo sobre la compasión. A Adam le habría venido bien un amigo y también a mí.

Hijo, no nos importa si eres el más listo, el más rápido, el más popular o el más gracioso. Habrá muchos concursos en la escuela y no nos importa que ganes ninguno. No nos importa que saques solo dieces. No nos importa si las niñas creen que eres guapo o si te eligen al último para el partido en el recreo. No nos importa sie eres o no el favorito de la maestra. No nos importa si tienes las mejores ropas o las mejores cartas de Pokemón o lo último en aparatos. Simplemente no nos interesa.

No te enviamos a la escuela para que seas el mejor en nada. Ya te queremos tanto como podemos hacerlo. No tienes que ganarte nuestro amor u orgullo y tampoco puedes perderlo. Eso ya está dado.

Te mandamos a la escuela para que practiques ser valiente y bondadoso.

Las personas bondadosas son personas valientes. Ser valiente no es algo que tengas que esperar; es una decisión. Es la decisión de que ser compasivo es más importante que tener miedo, que encajar en un grupo, que seguir a los demás.

Créeme  hijo, eso es lo más importante.

No trates de ser el mejor este año.

Solo sé agradecido, bondadoso y valiente. Eso es todo lo que necesitas ser.

Preocúpate por tus compañeros de clase y por tu maestra también. Ustedes se pertenecen entre sí. Eres un chico afortunado… con todos estos regalos por desenvolver en este año.

Disfruta y atesora tus regalos.

Y gracias por ser mi regalo favorito de toda mi vida.

 

Te quiere,

Mamá

 

__________________________________

La carta original puede leerse aquí. Traducción: UnoiNews.