Este lunes correspondió a los alumnos de tercer grado de primaria compartir con sus papás una muestra de los trabajos que realizan como parte de su formación en el Centro Psicopedagógico Dolores Correa Zapata, que a lo largo de la semana anterior y en esta presenta su cierre de proyectos escolares, en este caso, bajo el lema: Un marco de convivencia.
La muestra se organizó formando grupos de alrededor de 10 alumnos que junto con sus padres recorrieron cada una de las cinco estaciones donde se realizaron diferentes actividades y presentaciones. Así, en el aula magna, los alumnos expusieron temas como la carta de derechos y obligaciones, la no proliferación de armas nucleares y la labor del premio Nobel de la Paz Alfonso García Robles.
En otra estación, los niños debían unir los puntos numerados en una hoja para formar una figura, con la particularidad de que la secuencia era de tres en tres. Proyectada la misma imagen en el pizarrón, el profesor iba uniendo los puntos conforme los chicos avanzaban.
UnoNews recorrió las estaciones con la guía de la directora de preescolar, Guadalupe Ochoa, quien ante nuestro asombro por las magníficas instalaciones comentó que la escuela inició hace 25 años en una casa del centro de Tulyehualco y desde hace unos 10 años, ante el crecimiento de la matrícula, se desplazó hasta este amplio espacio, donde albergan las secciones de preescolar, primaria y secundaria.
En un aula más que visitamos, pudimos observar una clase de relajación en la que dirigidos por una maestra, los alumnos realizaron ejercicios de respiración, concentración y equilibrio, cuya práctica periódica contribuye a un mejor atención y aprovechamiento escolar. La maestra recomendó a los padres presentes hacer este tipo de ejercicios, muy útiles para liberar el estrés, así como también para los niños en casa.
Durante el recorrido entre las estaciones, UnoNews pudo asomarse a un aula de preescolar donde los chicos se concentraban en distintas actividades con el iPad. En un salón de inglés en secundaria, observamos un dictado que una vez realizado en el iPad se revisaba proyectado en el pizarrón.
De vuelta al recorrido, la estación dedicada al inglés abordó el tema de la UNICEF, donde a cada alumno le tocó exponer –en esa lengua– algunas de las características de la organización en un país determinado. Adicionalmente, los niños respondieron preguntas sobre la geografía y la problemática de los niños en esas naciones.
Una interesante actividad, en la que también participaron los padres, fue la que se desarrolló en la estación de Inteligencia emocional. Ahí, la psicóloga de la escuela propuso a padres y alumnos 10 puntos para encontrar en el aula a personas que compartieran con ellos características como letra inicial del nombre, miedos, talla de calzado, materia favorita y otras. Cada uno debía anotar en una lista el nombre de las personas con las que coincidieran en cada punto. Al final, la maestra preguntó por qué había más nombres en unas que en otras. Entre las respuestas se mencionó que algunos habían sido más rápidos, menos penosos para preguntar o habían tenido suerte. Ante la diversidad evidenciada, todos estuvieron de acuerdo que más o menos nombres no significaba ser más o menos popular y la conclusión fue que todos somos diferentes, pero no por ello menos valiosos.
Al término de cada actividad, cronometradas con precisión, los grupos se rotaban hasta completar las cinco estaciones. En el cierre en el aula magna, la directora general Carmen Fregoso, agradeció a los padres el tiempo dedicado a esta muestra y a los maestros el esfuerzo que en ella pusieron; destacó el valor de la convivencia con los hijos y tuvo con los papás un breve intercambio. Uno de ellos se dijo agradecido por la oportunidad de observar a su hijo lo mismo en lo que hacía bien como en lo que no y poder reforzar algunos aspectos.
“Pasión por la educación” fue la primera respuesta de la maestra Fregoso cuando le preguntamos qué distinguía al Dolores Correa Zapata. “Pensar y ver –agregó–, las habilidades personales de cada uno de los niños y, sobre todo, considerar que la esencia humana es los más importante”.
A partir de la adopción de UNOi la directora observa niños más felices y considera que hay una estrecha comunión entre la propuesta del sistema y la misión del colegio la cual potencializó: “…con la tecnología los niños pudieron ser más libres, más autónomos; pudieron ser más empáticos y empezaron a descubrir qué tenían dentro; más seguros”.
Con los padres de familia, lo mismo que con los maestros, reconoce que la transición ha sido difícil. Los primeros pedían libros llenos, pero paulatinamente fueron descubriendo la mejor evidencia que es el niño mismo. Con los segundos se batalló, pero la plantilla de personal con la que cuentan está muy comprometida y eso ayuda mucho. La sociedad de padres de familia es también muy participativa y representa un motor importante, aseguró. En el futuro inmediato, se mantiene el reto de que todos estén involucrados con la tecnología.
Por último la maestra Fregoso pidió a UNOi no perder la pasión y frescura que le caracterizan y de las que los hicieron partícipes con su propuesta.
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