Principalmente se habla de 4 cualidades que permitirán a los líderes educativos guiar a sus comunidades a través de entornos complejos:
Visión:
Cuando el líder es capaz de inspirar una visión compartida, de determinar hacia donde vamos o qué sentido de propósito tenemos y alinear los esfuerzos del equipo en la dirección correcta; logrará sortear mucho mejor los obstáculos y el caos generado por un entorno volátil. Las herramientas para comunicar, convencer, inspirar han de estar presentes en la mochila de un líder que aspira triunfar en este mundo tan cambiante.
Entendimiento:
El líder de una escuela sin límites mantiene la curiosidad para cuestionarlo, empatía para entender los miedos, deseos y esperanzas de las personas de su comunidad y mente abierta para explorar nuevos caminos. Cada día se pregunta si lo que hace mantiene su sentido ya que en un entorno que cambia con rapidez la inercia simplemente puede ser devastadora. Además, este líder tiene la capacidad de recolectar suficiente información de calidad y asimilarla tanto racional como intuitivamente.
Claridad:
El líder de esta comunidad educativa tiene la capacidad de simplificar, de ir a la esencia de las cosas y las situaciones, confía en su experiencia y su forma de pensar para explorar los problemas desde una perspectiva holística. Cuenta con la habilidad de transmitir o comunicar con total precisión, oportunidad y contundencia los mensajes necesarios a las personas indicadas.
Agilidad:
Tiene la capacidad de decidir con rapidez ante circunstancias cambiantes, ha aprendido a privilegiar la colaboración por encima de la jerarquía, así el equipo actúa rápidamente y puede corregir el rumbo ante posibles errores aprendiendo de ellos.
La escuela sin límites motiva a los y las líderes de la institución a construir una visión y comunicarla claramente en su comunidad educativa.