A solicitud de los radioescuchas de Educación XXI, la emisión de esté sábado del programa transmitido por W-Radio estuvo dedicada a hablar de las competencias, cómo se obtienen y la forma en que es posible desarrollarlas. Para hablar al respecto, Leonardo Kourchenko tuvo como invitados a dos especialistas en la materia: Sandra Vázquez, Directora de SÉ Competente de UNO Internacional y a Jorge Castañeda, Director de Buzán Latinoamérica
Para iniciar, Sandra definió las competencias como un grado de dominio de habilidades, actitudes, valores y conocimientos en una actividad clave de éxito. Y para explicarlo de manera más concreta usó un ejemplo relacionado con el futbol: “Decimos que la selección mexicana es competente porque tiene habilidades intelectuales; ¿cuáles necesita para jugar futbol? La orientación espacial, discriminación… tiene también habilidades emocionales: empatía, conciencia de los demás y asertividad… maneja también valores: el valor de la honestidad y tiene el conocimiento propio de la disciplina del futbol”.
Comentó que antes los colegios sólo trabajaban con base en conocimientos, pero que ahora ya se añaden habilidades, actitudes y valores, con lo que es posible decir que estamos encaminando la transformación educativa hacia un trabajo por competencias.
A la pregunta ¿de dónde surgen las competencias? Jorge Castañeda precisó que tiene que ver con nuestra genética pero sobre todo con las experiencias que vivimos. Asoció la base de las competencias con áreas del cerebro relacionadas con las partes intelectual, emocional y creativa, en las que se manejan, entre muchas otras, las capacidades de razonamiento, empatía y toma de decisiones, así como la generación de ideas. Posteriormente agregó que “uno nace con las habilidades desarrolladas, sino con la semilla de estas…hay que dirigirlas”. Su desarrollo, dijo, se logra dependiendo de lo que uno hace en la vida, donde el ingrediente emocional y la pasión son fundamentales.
Sobre la forma de medirlas, Sandra mencionó que se hace mediante pruebas con niños y profesores en aspectos de creatividad, intuición, preferencias de aprendizaje. Precisó que en UNOi empelan el método denominado estructura del intelecto para medir habilidades de aprendizaje, de razonamiento, lectoras, lógico-matemáticas y de liderazgo. Sandra situó en la escuela la responsabilidad de empezar a desarrollar estas habilidades intelectuales y emocionales.
Leonardo inquirió sobre la forma de identificarlas y canalizarlas, a lo que Sandra respondió que se parte de un diagnóstico y se crea un programa de entrenamiento tanto para niños como para adultos. Recordó que la frase que le dijo un maestro: ‘Los niños felices aprenden mejor’, la llevó a investigar para encontrar la forma de medir y desarrollar estas habilidades.
Castañeda complementó diciendo que “Tiene que ver con tu propósito en la vida. Lo que me interesa, lo que me apasiona. Con qué me identifico y hacia a dónde puedo generar más valor”.
Luego de que Leonardo planteó qué es lo que podría hacer una madre cuyo hijo asiste a una secundaria pública para conocer del tema, Sandra recomendó la búsqueda en Internet de temas como: el Programa de enriquecimiento instrumental de Rubén Foyerstein; Filosofía para niños de Mathew Lippman; Inteligencias múltiples de Daniel Goleman; y el método VARK (Visual auditiva lectura kinestésico) sobre creatividad.
Por otra parte, Jorge catañeda subrayó que “para desarrollar una habilidad desde básico hasta a experto hay que aprender a aprender, a través de experimentar una y otra vez, aprender de los errores y volver a experimentar. Se requiere de disciplina y de crear un hábito del aprendizaje”.
“A esto –dijo Sandra– nosotros lo llamamos teoría de la elaboración, que dice que para que se instale una habilidad lo tienes que hacer de manera repetitiva, gradual y progresiva. No es como el conocimiento”.
Sobre la importancia de este enfoque de habilidades y competencias, Castañenda apuntó que “independientemente de que nos da oportunidades para la vida, nos genera una razón de existir que va uno forjando y que se retroalimenta de tal forma que cuando una desarrolla lo que a uno le gusta y lo hace bien, el desarrollo no tiene límites”.
Y, sobre el factor de la felicidad Sandra Vázquez aseguró que “un niño feliz tiene abiertos todos sus canales de percepción. Es más fácil trabajar la parte de conocimiento cuando se tiene esta apertura”.
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El audio del porgrama completo puede escucharse en: http://www.wradio.com.mx/escucha/archivo_de_audio/educacion-xxi-del-sabado-17-de-agosto-ser-competente-no-es-competir/20130821/oir/1954985.aspx