Aunque fuimos educados bajo otros conceptos, en la actualidad ya no podemos repetir el viejo paradigma de que “hay juguetes para niños y juguetes para niñas”. Hoy las niñas no tiene porqué ser todas princesas ni los niños superhéroes y deben poder elegir, compartir y disfrutar cualquier juguete sin distinción ni crítica alguna. Sus juegos representan la antesala de su vida social y de trabajo. En tanto el juguete sea seguro, adecuado a su edad y divertido, no debemos imponer límites.
En la Guía Orientativa ‘Jugar para ser iguales’, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, en España, propone un decálogo para la buena compra y uso de los juguetes:
- El juguete debe atraer la atención del niño o de la niña para jugar con él más de una vez.
- Debe potenciar el desarrollo de la imaginación y la creatividad.
- El juguete debe ser adecuado a su edad y gustos.
- Tiene que ser seguro.
- Cuando juegue con él, el niño o la niña tiene que sentirse satisfecho.
- El juguete no debe ser utilizado para reproducir estereotipos sexistas.
- El juguete puede ser utilizado por niños y niñas indistintamente.
- Debe ayudar a los niños y a las niñas a respetar diferencias culturales y étnicas.
- No debe fomentar comportamientos violentos.
- El juguete debe fomentar valores humanos y personales.
Por último, y quizá lo más importante, no hay que olvidar participar con ellos en sus juegos.
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