Maestros rumbo al cambio, pasen por aquí… - UNOi Internacional
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Maestros rumbo al cambio, pasen por aquí…

“Primero los que tengan en su mesa el mantel verde”… es la instrucción que se gira desde el templete para iniciar un éxodo ordenado con dirección a los talleres, al término de la ponencia. Es el segundo día de capacitación y ya no hace falta la guía de las edecanes para llegar a los salones, […]

Autor: UNOi

Fecha: 3 de agosto de 2011

Maestros en la capacitacón

Maestros en la capacitacón

“Primero los que tengan en su mesa el mantel verde”… es la instrucción que se gira desde el templete para iniciar un éxodo ordenado con dirección a los talleres, al término de la ponencia.

Es el segundo día de capacitación y ya no hace falta la guía de las edecanes para llegar a los salones, todo el mundo sabe a dónde le corresponde ir.

Entre todos los colores que adornan las aulas destaca el blanco de las sonrisas que asoman espontáneas en un ambiente de cordialidad y participación.

Ya no hay extraños, todos son colegas que persiguen un mismo fin, que comparten deseos, apetito de conocimiento e incluso dudas, muchas dudas, que se resuelven colectivamente (para eso somos UNO).

Las dinámicas son precisamente eso: dinámicas. Los materiales pasan de mano en mano, se complementan, se conjugan en pos de la meta.

Cuando el intercambio se vuelve apasionado, entusiasta, y amenaza con tornarse un barullo que entorpezca el curso de la capacitación, suena un aplauso…, dos…, tres… y el silencio regresa acompañado de la atención.

Las explicaciones fluyen en continuidad a las de ayer: dos programas; dos lenguas; tres procesos.

La pausa para café y galletas –escalonada en esta ocasión-, ofrece un respiro necesario para volver al aula con el ánimo repuesto y un bocado en la barriga. Algo similar ocurre a la hora de la comida, aunque en este caso regreso y ánimo son un cuanto más lentos, por el peso de los alimentos.

Se planifican los temas y se planean las actividades junto con los recursos tecnológicos que las completan. En suma, miedos y dudas se van disipando y, aunque no exento de algún oleaje,  el navío avanza hacia el puerto con solvencia.