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- Un maestro cuenta cómo comenzó a trabajar con metodologías activas en educación superior en su clase de derecho fiscal.
por Érico Hack
PorVir. 30/04/2015. Soy profesor en la carrera de derecho y comencé a percibir que los alumnos no podían aprender solamente con las clases teóricas. Ellos no desarrollaban algunas habilidades que se necesitan para litigar, como la escritura, la expresión oral y la lectura e interpretación de textos. Fue entonces cuando pensé que hacer algún tipo de actividad y, al mismo tiempo, la institución en la que trabajo inició un programa para la implementación de metodologías activas. Por ser una carrera tradicionalista, eligieron derecho para iniciar el proyecto. Si funcionaba en derecho, lo haría en todas las demás carreras.
Cuando la universidad decidió trabajar con metodologías activas, encontré un apoyo para llevar a cabo la actividad que estaba planeando. Comencé a desarrollar un proceso electrónico de impuestos simulado, que tuvo ejemplos de casos reales de la Fiscal de la Tesorería Nacional. La clase se dividió en grupos y eran responsables de hacer la defensa de los contribuyentes en procesos de ejecución fiscal o la defensa de los contribuyentes en situaciones cotidianas que requirieran alguna decisión judicial. En la siguiente fase, debían representar a Hacienda en otros procesos diferentes.
Hice algunos cambios en los casos para que los estudiantes no identificaran de dónde provenían las piezas, e inserté también materiales en el proceso podrían utilizar en la defensa. Publiqué este un ambiente virtual de aprendizaje y comenzaron a trabajar.
La participación de los estudiantes fue mejor de lo que yo imaginaba. Trabajar con una metodología de enseñanza basada en la resolución de problemas, donde el estudiante debe buscar una solución antes de tener el contenido. Pensé que podían presentar alguna resistencia, porque implicaba actividades fuera del horario de clase. Sin embargo, hice un cuestionario percepción con 148 estudiantes que participaron en la actividad (equivalente a 15% de los alumnos del curso) y obtuve el 98% de aceptación de la clase.
Veo que esto mejoró en gran medida su comprensión del tema. Tengo varios alumnos que me dijeron que harán que la segunda etapa del examen de OAB (Orden de Abogados de Brasil) en derecho fiscal, una de las áreas menos procuradas. Ellos se sienten capacitados y ganaron confianza después de participar en la actividad.
El profesional del siglo XXI tiene que ser una persona capaz de aprender, desaprender y reaprender. De hecho, No basta con solo transferir el conocimiento al alumno. Las leyes cambian, mas ellos van a seguir trabajando en el área. En los próximos 50 años, espero que puedan estudiar un tema nuevo o una nueva área del derecho. Incluso en el ámbito jurídico, que es bastante tradicional, tenemos muchos avances. El profesional no podrá evolucionar si no aprende a estudiar y aprender por su cuenta.
Creo que es fundamental incluir la innovación en la educación superior. El estudiante que viene a nosotros es el que ya tuvo contacto con metodologías activas durante la educación básica. Es necesario que la institución acompañe esto y se adapte a la nueva generación, que está acostumbrada a hacer varias cosas a la vez. Hoy en día, la memorización de conocimiento se coloca en segundo plano. La información es mucho más accesible y cualquiera puede obtener datos e información instantánea con un smartphone, pero necesitan aprender a aplicar e interpretar la información por sí mismos. Por esto, la mera transferencia de conocimientos legales ya no es interesante para los alumnos.
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* Érico Hack es doctor en derecho por la PUC-PR. Profesor titular de derecho fiscal en las universidades OPET (Curitiba-PR). Editor en jefe de la Revista Ánima de la carrera de derecho. Juez consejero del Consejo municipal de contribuyentes del Municipio de Curitiba. Abogado consultor en derecho fiscal.
El artículo original puede leerse en http://porvir.org/diariodeinovacoes/nao-basta-apenas-transferir-conhecimento-para-aluno-2/20150430. Traducción UnoNews.