En su cruzada por deconstruir la escuela, esta semana en su columna, Pablo Doberti enfoca sus baterías hacia dos articulaciones de la estructura escolar: el saber y la objetividad.
Doberti sostiene –y sustenta–, que no es necesario esperar a saber para opinar y hacerlo significa poner a la persona antes que a la información, enriqueciendo su propio desarrollo.
En una segunda idea, el autor habla de la evaluación subjetiva, que considera podría ser además de más acertada, más justa.
El artículo puede leerse en: http://pijamasurf.com/2015/05/el-inversor-opinar-sin-saber/
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