Por: UNOiNews/Jovel Álvarez
Este fin de semana requerirá de todos los padres de familia un momento de respiro y concentración. Y no es para menos, pues tras las anheladas vacaciones, ha llegado el temido momento del regreso a la rutina escolar de nuestros niños.
¡Que no cunda el pánico! Aquí te presentamos algunos consejos para que este regreso a clases transcurra con la mayor facilidad para todos.
Todo parte de la actitud, por lo que los niños deben recibir de sus padres el mayor aliento posible para la recta final del curso lectivo. Si ellos ven indisposición en casa, la adoptarán como el lema de su regreso a la escuela o al colegio.
Aunque pueda parecernos banal, enviarlos a clases el primer día con un rico desayuno será una buena forma de empezar la jornada, y si por la víspera se saca el día, podremos comenzar a alentar una buena actitud para lo que resta del año escolar.
Desde temprana edad debemos hablar a nuestros niños de los beneficios de establecer metas. En la etapa en que se encuentran, estas deben estar concentradas en su camino educativo, sin embargo, también deben alentarse sus sueños profesionales.
Es por esto que el regreso a clases debe plantearse como un paso más en dirección a las metas que ellos tienen planteadas para el futuro.
En lo práctico, será verdaderamente fundamental recuperar el horario de sueño que hemos dejado alterar en las vacaciones. Esto debe hacerse por el bien de grandes y chicos, para que todos podamos prepararnos adecuadamente para el inevitable regreso a la rutina.
Es importante dejar en claro que las concesiones vacacionales están llegando a su fin, y que el retorno a lo que muchos llaman “la realidad”, requerirá disciplina por parte de padres e hijos.
Las largas horas de tecnología vacacional deben empezar a reducirse a lo esencial para el aprendizaje y el justo esparcimiento.
El regreso a los hábitos de estudio debe ser paulatino, para no generar frustración o estrés en los pequeños. Esta primera semana será de ajuste, por lo que cierta flexibilidad no vendrá mal. Sin embargo, todo debe estar orientado a recuperar – o superar – el ritmo que traíamos antes de las vacaciones.
Este regreso a clases puede conllevar estrés para todos, pero entre más nos propongamos afrontarlo con optimismo, lograremos generar los mejores resultados con nuestros niños.