Las falsas conferencias –más que las malas-, inquietan la reflexión de Pablo Doberti esta semana. Una escenografía, un tema, un expositor y un público, voluntario o no, no bastan para satisfacer la necesidad de sentido. Esto, dice el autor, ocurre también con las películas, las novelas o las clases en las aulas.
En contraposición, Doberti cita una frase empleada por Borges para abrir una conferencia –que bien podría haber sido la conferencia toda–, pero que abrió las puertas para un hecho formativo y constitutivo.
El artículo completo puede leerse en: http://pijamasurf.com/2015/12/el-inversor-que-es-una-conferencia/
_______________________________