Por Redacción UNOiNews/ Jovel Álvarez
Anteriormente tocamos el tema de las múltiples ventajas que pueden recibir tus hijos e hijas de una experiencia de intercambio estudiantil. Ya hablábamos de las ventajas en el crecimiento personal, pero también en el fortalecimiento académico.
Hemos de aclarar que no todos los intercambios son iguales y lo principal es pensar en las características de nuestros hijos para definir a qué tipo de programa se puede adaptar, pues algunos programas son de un par de semanas, mientras otros abarcan meses, por lo que la oferta es amplia y para todos los gustos.
Hoy en día la oferta es amplia y hay diversas alternativas que te ayudarán a conseguir objetivos específicos para esta nueva experiencia estudiantil de tus hijos.
Uno de los primeros asuntos a evaluar es la edad de tus hijos para determinar la duración del intercambio. Para los más pequeños, en países como Estados Unidos están en boga los campamentos enfocados a temas específicos, como robótica, fotografía, cocina, literatura, entre otros. Este tipo de modalidades no solo ayudan a la eventual mejora de un segundo idioma – dependiendo de la localidad en la que se desarrolle – sino que aportarán conocimiento importante a las áreas de interés de tus hijos. Además, los intercambios -muchas veces- supone la convivencia de el estudiante con una familia. Siempre, si vas a decidir esta opción, busca asociaciones serias que te orienten para que tu hijo o hija llegue el lugar más adecuado.
Además de esta modalidad, podrás encontrar programas enfocados específicamente al aprendizaje o perfeccionamiento de idiomas, mismos que podrán abarcar desde dos semanas hasta seis meses. Estos son los más requeridos por padres y madres alrededor del mundo para sus hijos.
La variedad es la gran característica de este tipo de intercambios, pues suelen ofrecer gran número de niveles e idiomas.
Para las y los jóvenes que están por emprender su camino universitario, es recomendable la modalidad de cursos preuniversitarios, mismos que buscan prepararles para este nuevo capítulo. Algunos de estos cursos proporcionan además certificaciones de suficiencia en inglés, que les serán de utilidad para estudiar o trabajar en el extranjero.
En México, varios estados ofrecen becas de intercambio en el extranjero para alumnos de excelencia académica.
Otra modalidad que cuenta con una gran popularidad es la Au Pairs, dirigida a mujeres jóvenes con facilidad para el trato con niños. Con esta modalidad la joven irá a una casa de familia, donde vivirá y se encargará del cuidado de los niños durante el tiempo requerido – trabajo que le será remunerado -. Para una joven que busca perfeccionar un idioma, este ejercicio puede resultar sumamente beneficioso.
La experiencia del intercambio estudiantil se orienta, en la parte académica, al fortalecimiento de una segunda lengua; sin embargo, en la parte humana las ganancias trascienden dicho aspecto, pues esta experiencia fortalece en los y las jóvenes una serie de habilidades que les serán de gran utilidad para la vida personal y profesional.
Pero la recomendación que va para todos es, sea cual sea el tipo de intercambio que buscan para sus hijos, es un proyecto que debe planearse con anticipación, seriedad y cuidado.